La obligación negativa

'LA OBLIGACIÓN NEGATIVA'

María José Ferrer de San Segundo
2001 – Tirant lo Blanch
Nº 189
1ª Edición / 430 págs. / Rústica / Castellano / Libro
ISBN13 9788484422891

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Análisis exhaustivo de la Obligación Negativa, con incursión en muy diversos aspectos del Derecho Patrimonial Y excursión por las distintas vicisitudes de las relaciones obligatorias desde el nacimiento hasta su extinción. Estudio en el que, además, se adaptan los razonamientos sobre la categoría a su realidad actual y a la creciente importancia de las prestaciones negativas en las relaciones jurídicas (prohibiciones de disponer, exclusivas, pactos de no concurrencia, de no pedir, de indivisión, de irrevocabilidad, de secreto…) Todo ello combinando la reflexión teórica con la búsqueda de soluciones a la problemática práctica, recogiendo la Jurisprudencia más reciente, y examinando el régimen contenido en las Leyes cle Enjuiciamiento Civil de 1881  y de 2000, especialmente en materia de ejecución forzosa.

PRÓLOGO DEL PROFESOR DR. VICENTE L. MONTÉS PENADÉS

    Si una justificación hubiere que buscar a estas líneas introductorias, de las que, como en seguida vamos a ver, el libro no tiene ninguna necesidad, el lector la podría hallar en un doble orden de consideraciones. Unas, las de primer orden, se anclan en el afecto y la amistad que me unen a la autora, que fue en primer lugar alumna durante los cinco cursos de la Licenciatura en que entonces se impartía Derecho Civil, para ser después colaboradora en el despacho profesional y compañera en las tareas docentes e investigadoras del Departamento de Derecho civil, desde su puesto, más importante de lo que ella misma cree, de Profesora Asociada —desde cuyo puesto, por cierto, ha conseguido llevar a efecto con la brillantez que más adelante destacaremos su tesis doctoral hasta plasmarla en este libro—. Otras razones derivan de la contemplación de esta obra en sí misma, en cuanto, si se me permite la expresión, cabría hablar aquí de la especificidad del producto que tiene en sus manos el lector.

    La bibliografía española es abundante en obras de autores noveles, en primeros estudios de tono académico que son tesis doctorales llevadas a cabo por investigadores generalmente jóvenes, sin otra experiencia profesional que la que puede tenerse a los pocos años de acabar la Licenciatura y tras muchos meses de estudio e investigación en el Departamento o centro de investigación. Obras muy meritorias, que acuden a las fuentes con más o menos rigor y que encuadran el tema en las coordenadas científicas generales, con desarrollos discursivos de profundidad… pero que rara vez ofrecen respuesta directa y precisa a problemas de la práctica, de la realidad social. Que no atienden, o no lo hacen de modo correcto, al servicio básico que se espera de la Ciencia del Derecho: la conformación de la convivencia, la solución de los problemas de la práctica.

    Por el contrario, la obra que ahora comento, por razón del medio en que ha sido creada y en coherencia con la personalidad de la autora, no pertenece exactamente a la categoría anteriormente indicada. Ciertamente, nació como una tesis doctoral, que fue objeto de una investigación profunda, completa, de gran dedicación. Se presento al trámite de lectura y calificación, y fue muy apreciada por una Comisión que la valoro summa cum laude, mereciendo sugerencias y observaciones de gran calado, que la Dra, Ferrer de San-Segundo ha ido incorporando al texto, Pero no fue nunca un estudio meramente académico o escolástico formado en un gabinete o laboratorio alejado del mundo exterior.

    Se trata de un estudio muy serio, riguroso y concienzudo de una institución que siempre fue objeto de regulación insuficiente, de escasa reflexión y de un tratamiento descuidado que ya hoy es obsoleto (son palabras de la autora), pero que se presenta frecuentemente en el tráfico y que ocupa un puesto central en el Tratado de las Obligaciones que es, a su vez, una temática central en el Derecho civil patrimonial. Esa institución, la obligación negativa, es objeto de un análisis total, de una disección que afecta a todos y cada uno de sus elementos, en la que no se rehuye ni uno solo (claro, es <<un decir>>) de los problemas que plantea. Y ello, además, desde la perspectiva de una profesional del Derecho que lleva más de quince afios en el ejercicio de la Abogacía y que ha tenido que enfrentarse día a día con cuestiones que demandaban respuesta, pero una respuesta que compromete y que suscita la responsabilidad de quien la ofrece frente al justiciable, lejos de una posición meramente académica o teorética.

    Este análisis viene realizado de modo muy elaborado, y tiene por base una utilización adecuada y cuidadosa de las fuentes. Normas, jurisprudencia y doctrina han merecido la atención de la autora, que ha volcado en la composición de los estados problemáticos, y en la formación y exposición de sus opiniones y respuestas, un enorme esfuerzo de recopilación, ordenación y clarificación de posiciones doctrinales y jurisprudenciales, pasando por cada elemento y dando solución a cada problema.

    No es necesario acudir al brocardo para concluir que el libro es como la autora: riguroso, sólido, solvente, rico en detalles y sugerencias. Cuando realiza un examen morfológico del instituto, como cuando estudia la fisiológica de la obligación negativa, con un detallado planteamiento de los problemas de cumplimiento, pero sobre todo cuando se adentra en las difíciles cuestiones del incumplimiento de la obligación negativa (esto es, la patológia), que es, a mi juicio, la parte más densa y más elaborada, la que revela el profundo conocimiento de la autora y la detenida reflexión que le ha permitido tener responsa respecto de las más difíciles y delicadas cuestiones.

    Cuando el lector haya concluido el examen del libro podrá acaso apreciar, como yo, cuán lejos estamos ahora de aquellos planteamientos que veían en la obligación negativa un puro problema de incumplimiento, caracterizado por inexistencia de mora, o de ejecución. Si ya estudios competentes habían demostrado la simplicidad de tales argumentos y la obsolescencia de las soluciones, trabajos como el que ahora nos ocupa vienen a poner de manifiesto la existencia de un núcleo temático denso y complejo, que en la práctica se presenta con un grado de problematicidad agudo y con mucha mayor frecuencia de la que cabría esperar, si tuviéramos que partir de los tratamientos que son habituales en la manualística.

    La Dra. Ferrer de San-Segundo, por otra parte, demuestra con esta obra que es posible un ejercicio de la abogacía sustentado sobre un nivel de estudio y de investigación sobresaliente, y también que es sobremanera útil a la Universidad que profesionales competentes ejerzan la docencia y vuelquen en ella sus saberes y sus experiencias. Ahora solo falta que la Universidad pueda encajar esta posición creando puestos que permitan un desarrollo digno, tanto en el plano económico cuanto en el aspecto del prestigio social, de estos oficios que combinan el servicio al justiciable como la noble tarea de enseñar.

     La autora, por lo demás, ha llevado con prestancia y con orgullo (legítimo, desde luego, incluso laudable) su doble condición de profesional de la abogacía y de docente universitaria. Hay que apoyarla en esa vocación, puesto que la Universidad bien ha de menester tanto a los profesores que ejercen cuanto a los abogados que enseñan siempre que tengan la calidad que se revela en libros como éste. Una calidad que ha de otorgar a la autora un puesto de relieve entre los maestros de la disciplina.

Valencia, noviembre de 2000.

Prof. Dr. Vicente L. Montés Penadés

Catedrático de Derecho Civil

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